Évar Experiencia

Making the Most of Breeding Season
diciembre 24, 2018
 

¡Hola!

Mi nombre es Évar, tengo 27 años, soy profesora universitaria y amante de la naturaleza.

Nací en Costa Rica, un país hermoso que goza de tener una biodiversidad exuberante. Conocer los rincones de este hermoso lugar es una de las actividades favoritas de los habitantes, incluyéndome sin duda.  El impacto positivo que me generaba estar rodeada de nuestra flora y fauna impulsó la inquietud por ser más que una turista y encontrar la manera de contribuir a la conservación del medio ambiente y el voluntariado en Ara Manzanillo fue una forma, muy emocionante, de lograrlo.

Al contemplar la idea de hacer voluntariado por un mes surgieron dudas: ¿me va a gustar? ¿viviré en un lugar seguro? ¿me llevaré bien con las personas? Al final, traté de leer todo lo que pude sobre el proyecto Ara Manzanillo y encendí mi espíritu de voluntaria aventurera y comencé el viaje.

La amabilidad de todo el equipo te incorpora con mucha emoción y apreciar el trabajo que ellos han realizado por la conservación de la lapa verde te motiva muchísimo. La casa de voluntarios es muy acogedora y segura, tendrás todo lo necesario: cama confortable, clóset, ducha, lavadora, pila, una cocina muy completa, comedor, agua potable, electricidad y conexión a internet. Ahora uno de los aspectos más importantes es que al llegar a esta hermosa zona del Caribe puedes apreciar todo el tiempo gran cantidad de las lapas verdes que viven libres.  En cuanto a mis compañeros de voluntariado tuve la dicha de convivir con Jennifer y Max de Alemania con los que compartí muchas aventuras tanto en la casa como explorando. Fácilmente se convirtieron en mis amigos y pude aprender mucho de ellos.

Las tareas que recibe el equipo de voluntario son variadas y dependen de la época del año o de las necesidades específicas del programa, algunas de ellas son: alimentar a las lapas, para ellos se debe recolectar y limpiar almendras de playa o de montaña y mantener la limpieza de los comederos; limpieza y mantenimiento de las instalaciones (muy importante especialmente en tiempos de pandemia); guiar el tour de visitantes; aprender a escalar árboles con Duaro para realizar inspección de los nidos (esta sin duda es de las actividades favoritas del equipo y Duaro es un excelente profesor) y apoyar en la construcción de nidos o comederos. Aunque las anteriores son las tareas más comunes si tienes iniciativa de desarrollar alguna idea puedes compartirlo con el equipo y sin duda buscarán la forma de apoyarte.

Ahora compartiré algunas recomendaciones que considero importantes. Estarás en la selva tropical, hogar de muchos mosquitos, hormigas, serpientes y otros seres que podrán picarte, por lo que recomiendo siempre utilizar repelente, pantalones largos y botas. El clima es diferente al resto del país y siempre habrá días soleados mezclados con días lluviosos. En las noches tendrás todo un concierto de sonidos diferentes, también en el día desde temprano se escuchan los monos y las lapas. Un foco con una luz intensa es importante para caminar a casa cuando ha oscurecido. Disfruta al máximo del Caribe, hay muchos lugares por explorar y lo considero uno de los lugares más mágicos del país.

Quizás una de las recomendaciones más importante es tener una actitud positiva. Puede que algunos días no haya tanto trabajo, pero otros pueden ser más intensos, en este caso, es fácil motivarse cuando se toman unos minutos para apreciar las lapas y recordar que son una especie en peligro de extinción y que cada tarea es por su conservación.

En uno de mis últimos días de voluntariado, después de realizar las tareas en Ara, junto a mis compañeros tomamos la bici y nos fuimos a disfrutar la playa, ellos amaban surfear. Caminando por la playa encontré a un amigo y le comenté sobre mis días en el Caribe. Recuerdo que me preguntó: “¿preferirías tener el dinero que invertiste en el voluntariado en tu cuenta de banco o haber sumado esta experiencia a tu vida?” Sin pensarlo dos veces, estoy segura de que el dinero invertido no se compara con la experiencia de vivir en el Caribe haciendo voluntariado y contribuyendo a la conservación de las lapas verdes.

Al terminar mi aporte me devolví a mi hogar con hermosos recuerdos, mucha satisfacción, nuevas amistares y muchísimo conocimiento sobre las lapas y la vida en esa linda región del Caribe. Así que no lo dudes y atrévete a vivir esta experiencia.

Toda la naturaleza es un anhelo de servicio; sirve la nube, sirve el aire, sirve el surco. Donde haya un árbol que plantar, plántalo tú; donde haya un error que enmendar, enmiéndalo tú; donde haya un esfuerzo que todos esquiven, acéptalo tú.

Gabriela Mistral